«Las luminarias es una verdadera proeza. Las páginas pasan volando entre los dedos mientras un universo se abre y se cierra ante nosotros y el alma humana se nos revela en toda su desesperación y su conflicto».
Un tempestuoso día de enero una prostituta es arrestada. Ese hecho podría pasar desapercibido en mitad de la fiebre del oro que recorre la costa de Nueva Zelanda en el año 1866, si no fuera por los otros tres acontecimientos misterios...
«Es imposible comprar entradas para una función como esta y esperar no perder la inocencia. Es imposible. Tienen que saber a lo que se exponen, ya no son unos niños.»