Los espíritus y fantasmas traman alguna fechoría, y en la torre alta, muy alta, con el tejado puntiagudo, un pasillo espeluznante, y unas escaleras desvencijadas, una damisela está en peligro.
Érase una vez un bosque denso y tenebroso lleno de árboles monstruosos que gemían, bestias terribles que gruñían y tustos temblones que acechaban para hacerte cosquillas en los pies. Hasta que un día un osado y...