Pier Francesco Orsini, duque de Bomarzo, es un príncipe deforme del Renacimiento italiano que vive obsesionado con la belleza. Representa, con su monstruosidad y su obsesión, el conflicto existente entre las pautas de un canon estético ligado al orden y otro adverso asociado a lo caótico y lo grotesco. La novela de Manuel Mujica Lainez se configura como un compendio ejemplar de esta tensión entre normas artísticas de orden opuesto.