Definitivamente los tiempos han cambiado. Los límites entre empleados, desempleados, autónomos, emprendedores, empresarios o freelances se están diluyendo. Hoy todos somos profesionales que vendemos nuestros servicios. Ya no tendremos un único cliente que nos pague una nómina sino que debemos aprender a diversificar nuestras fuentes de ingresos. Esto implica un cambio enorme de mentalidad. Esta es una buena noticia si se gestiona adecuadamente.