TODA MI LOCURA

Un libro fantástico, me enganchó desde el primer capítulo. Un libro diferente a lo que uno está acostrumbrado a leer y que a uno no le deja indiferente. Lo recomiendo a cualquiera que durante un rato quiera evadirse de la rutina y entrar en ese mundo diferente de lo cotidiano en el que nos sumerge el autor.

Toda mi locura...Un libro que animo a todo el mundo a leerlo. Ha conseguido "engancharme" desde el inicio, y sobre todo, invita a reflexionar. Son vivencias que el propio autor, Iñigo Vitorica, ha vivido, pero es cierto que en muchas de ellas me he sentido totalmente identificada. Es un libro cargado de emociones y aventuras y en el cual he conseguido adentrarme en las vivencias del propio autor. Gracias Iñigo por dejarnos acceder a tus vivencias.

Este libro te invitará a esbozar una o más sonrisas en cada uno de sus capítulos. Lo que destaca en esta obra es la autenticidad con la que el autor, Íñigo Vitorica, aborda sus experiencias personales y las presenta de manera humorística y llena de sentimiento. Desde el primer capítulo, esta obra logra atraparte de inmediato. A lo largo de sus páginas, te encontrarás con una ecléctica galería de personajes. Algunos son verdaderos reflejos de quienes conocemos al autor, mientras que otros provienen de tiempos y lugares distintos, y algunos podrían responder a varios nombres. Sin embargo, todos ellos son tratados con el respeto y la sensibilidad que solo un autor que aprecia profundamente a sus personajes puede brindar. El estilo de escritura es sorprendentemente versátil; la narrativa fluye con agilidad en muchos momentos, atrapándote en un hilarante torbellino de emociones, mientras que en otros, adquiere un tono épico que te sumerge en la profundidad de sus pensamientos y estados de ánimo. Pero al final siempre sale a flote. La vida es como una montaña rusa. Espero que el autor esté de subidón y nos amenice la existencia con un nuevo libro.

Si el carisma tuviera una imagen esa sería, sin duda, la del autor Íñigo Vitorica que te hace querer seguir leyendo no solo por el estrambótico contenido, si no por su forma de narrarlo. BRAVO